A estas horas seguimos sin saber lo que va a votar el PNV. Pero tan interesante como eso es conocer lo que Pedro Sánchez está dispuesto a dar por dormir en La Moncloa.
Muy por encima, si la semana pasada quería endurecer el 155 en Cataluña y apostaba por la unidad de España, hoy está por desbloquear la relación entre el gobierno central y el gobierno rebelde catalán en aras de la “convivencia”.
Eso significa la traición más grave que se podía dar: hoy Sánchez ha legitimado el golpe de estado en Cataluña. Se ha referido al tema catalán como si se tratara de un problema de buenas o malas relaciones entre instituciones, no de un ataque frontal al Estado de Derecho. Ha reconocido que tienen sus motivos y ha dado por sentado que la unidad de España es objeto de mercado. También ha olvidado y abandonado, otra vez, a más de la mitad de los catalanes aplastados por el régimen separatista y ha hecho más profundo el abismo en la región.
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