Covadonga -Covi de toda la vida, antes del covid-, que siempre ha sido sospechosa de ser un poco facha, se atrevió a decir el otro día que Dina miente más que habla y que “se ha vendido a Pablo por un digital de mierda”, tal cual; que se iba a ir del grupo porque estamos criticando todo el día a los tíos; que a ella le gustan un montón y que estaba ya de reuniones de tuppersex y de ir de morado a todas partes hasta el mismísimo -le quedó un poco ordinario, sí-. La muy facha.
La noticia de que Dina no va a denunciar a Iglesias por acceder a los datos de su móvil, guardarse la tarjeta sin decírselo y devolvérsela rota después de 3 minutos en el microondas con el grill puesto a todo meter -presuntamente-, ha causado estragos entre mis amigas.
Sí, el desconcierto se apoderó del grupo de whatsapp que creó Dolores hace tiempo-se ha quitado lo de Lola en homenaje a la Pasionaria– y que llamó: “A los ex, que les den”, para compartir todo lo relativo al empoderamiento de la mujer y la lucha contra el heteropatriarcado. A veces es un poco pesada con lo de la sororidad y tal, pero el grupo es muy interesante, la verdad. Dolores está haciendo una terapia de empoderamiento postdivorcio con una psicóloga muy buena del Instituto de las Mujeres -dice que es amiga de la mismísima Boti– y estamos aprendiendo mucho. Saber que todo lo que nos pasa en la vida es culpa de otro, ha sido consolador. De ese tema también hablamos bastante; dice Dolores que más vale sola que mal acompañada.
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