Uno de los mejores escritores que conozco. Otro mundo. Si no siguen el blog de Carlos García-Mateo, están perdiendo el tiempo.
«Desde 1978, aproximadamente, había carne fresca a pedir de boca, o sea, un nuevo régimen, otras oportunidades. La pasión catalana, en todo caso, resultó desmedida. Un arranque tipo Richard Burton ante la lolita Sue Lyon».
Lean.
Serán las primaverales fiebres, el indicio salado de sus rizos o porque, en palabras del bardo, “llevo tu luz y tu olor, por dondequiera que vaya”. Será lo que sea, pero estoy en la hipótesis de una conquista. Con gafas de colorines, pañuelos estampados de Jofré y dinero mediático. Evoco al galán: casa regia convertida en hotel, vajilla de la bisabuela recorriendo subastas y libros franquistas quemados. Se me ha aparecido el donjuán, invariable, en Via Veneto, con la indiferencia del potente hacia los adornos, mientras Javier Oliveira, maître, pelaba en el aire una voluptuosa naranja ensartada, elegante malabarismo.
Retrocedamos. En el principio, fue la seducción. Camisas viejas al pozo del olvido, pues al Generalísimo lo habían ya enterrado. Un poco alocados aquellos tiempos: evoco la operación Roca, suspiro por Cambó; como atrasar el reloj unos cuarenta años, antes del Frente Popular y el puñetazo de Bahamonde…
Ver la entrada original 630 palabras más