Todos sabemos de la importancia de la portada de un libro, de esa primera imagen que nos estalla ante nuestros ojos. Con “Trece formas de mirar” (Editorial Seix Barral), además del propio título que ya contiene una alta dosis de sugerencia, es la imagen de ese puño cerrado lo primero que te llama la atención.
La fuerza de la imagen oculta en cierta manera su propia debilidad, y una vez que terminas de leer esta novela que dicen que es corta, descubres la verdadera historia que se esconde en su interior.
Cuenta su propio autor que esta novela sucede tras un momento de su vida en el que pasa un tiempo en el hospital, tras recibir un puñetazo del hombre que estaba agrediendo a una mujer a la que Colum McCann intentó ayudar. La violencia del puño cerrado es evidente, el miedo que se atrapa en su interior es lo que se oculta siempre.
“Trece formas de mirar” es una novela, de esas llamadas cortas sí, pero para qué extenderse en un gran volumen que a veces solo sirve para rellenar una historia; una novela que es acompañada en este caso por tres relatos que son inconexos, que no tienen en apariencia explicación, pero que cuando llegas a la última de sus páginas, de manera irremediable te revuelves de nuevo entre ellas, porque se te hace necesario rebuscar aquellas frases que sabes que no son una casualidad y que convierten toda la historia en una gran historia.
En “Trece formas de mirar”, un juez viviendo sus últimas horas, un juez con su mirada particular del paso del tiempo, un juez con una mirada socarrona a veces, cínica en otras, que muestra su realidad, pero que nos enseña las diferentes maneras de observar la vida.
No cuento mucho más de su historia, porque es necesario entrar en ella, o mejor dicho en ellas, desde la perspectiva personal de cada uno, y tal vez de ahí se descubra el motivo del propio título de esta obra.
He descubierto a Colum McCann, nunca había leído nada de este autor, pero puedo añadir que su forma de escribir atrapa desde el mismo momento; que es capaz de convertir la historia de una sociedad y de sus personajes en una historia propia del mismo lector.