Serie que podéis ver en Netflix, a fecha de hoy se puede disfrutar de ella en tres temporadas. Estamos ante una serie británica, lo que garantiza un trabajo de actores de muy alta calidad, cada temporada plantea un caso policial independiente que queda resuelto y cerrado, pero eso no impide que las tres temporadas tengan un hilo común de pequeñas tramas a las que se da continuidad con gran habilidad, al tiempo que mantiene un mismo y excelente reparto coral en las tres entregas.
Los dos protagonistas indiscutibles son David Tennant y Olivia Colman, que forman una pareja de inspectores de policía que mantienen una relación muy peculiar, personalmente el trabajo de Olivia Colman dando vida a la inspectora Ellie Miller me ha parecido extraordinario, su capacidad para transmitir la empatía que adorna a su personaje es admirable. Dentro del amplio reparto, el papel que interpreta Jodie Whittaker como madre de un niño asesinado es también digno de ser señalado, su solo rostro nos transmite un dolor que el espectador hace suyo inevitablemente.
A lo largo de las tres temporadas se tocan temas realmente duros, pero que por desgracia son de continua actualidad, tales como asesinatos de niños o violaciones de mujeres, pero haciéndolo siempre con un respeto absoluto hacia las víctimas, y con una ausencia total de escenas que pudieran resultar incómodas de visionar para el espectador.
El guión está muy trabajado, y eso se percibe de principio a fin, en ningún momento se utilizan señuelos intrascendentes que desvíen nuestra atención, y no hace concesiones a nada que no sea la propia trama de la serie.
Broadchurch plantea temas que nos pueden resultar familiares, como las suspicacias que surgen en cualquier comunidad cuando se produce un hecho delictivo en tanto y cuanto no existe culpable, nos muestra con claridad cómo esos mismos hechos delictivos hacen aflorar los secretos poco confesables de todas y cada una de las personas que de una forma u otra están relacionados con los mismos, sin olvidarse tampoco de realizar una seria reflexión sobre el papel que juega el periodismo en este tipo de hechos.
Visualmente la serie es brillante, y no quiero dejar de llamar la atención sobre el uso que en ciertas escenas se hace del plano-secuencia, dándonos la sensación de estar viendo por momentos verdaderas coreografías. En cuanto a la banda sonora cabe decir que acompaña de forma efectiva a lo relatado.
Broadchurch nos habla de personas reales, a las que el dolor puede unir o puede distanciar, y de cómo un acontecimiento doloroso puede llevarnos a sentirnos culpables de aquello que nos ha sucedido cuando tan solo hemos jugado el papel de víctimas inocentes.
Pero ante todo Broadchurh nos habla del dolor, y de cómo cada quien lo enfrenta y asume, nos habla de aquellas heridas que sabemos que nunca cicatrizarán pero que debemos asumir para no caer en la locura, para no caer en la desesperación a que nos conduce el hecho de realizarnos insistentemente preguntas que no tienen respuesta, que nunca tendrán respuesta.